“Prisioneros”

El Cafecito de hoy.

“Prisioneros”

Hace unos años nos reunimos unos amigos en casa para ver una película. Hicimos palomitas de maíz, perritos calientes y compramos refrescos. Vimos la película Prisioneros donde actuaba Hugh Jackman el interprete de Guepardo (lobezno) en los X man. En la trama secuestraban a su hija y la de un vecino, al parecer había sido un joven con problemas mentales y cuyo coeficiente era de un niño de diez años. 

Este fue detenido pero no pudieron probar nada; y por su estado mental lo dejaron en libertad. Así que Hugh tomo la justicia por su propia mano, lo secuestro para torturarlo y que este le dijera donde había metido a las niñas. 

Luego de varios días de tortura estaba cansado, angustiado y afligido. Así que se puso a orar el padre nuestro, mientras clamaba a Dios por su hija. Así que cuando llego a la parte que dice: “Perdónanos, como también nosotros perdonamos a los que…” y no pudo terminar la frase, porque sabia que no estaba cumpliendo con esa parte. Su rabia, ira y desesperación lo llevaron a cometer el mismo acto que había cometido quien se había llevado a su hija.

Y esto nos pasa a muchos. Pedimos perdón pero no somos capaces de perdonar. Queremos que se nos trate con la misericordia que nosotros no usamos cuando nos toca hacerlo. El rencor es como un cáncer que arropa lentamente el corazón. Somos prontos para pedir auxilio pero lentos en brindárselo a quien lo necesita. 

La Biblia dice que dando es como se recibe. Así que si queremos recibir perdón ¿Que crees que debemos dar? Hay familias, amigos, parejas que necesitan en este día ese bálsamo llamado perdón. Este curara todas esas heridas que se han acumulado. 

Familias que durante tanto tiempo han vivido bajo las cadenas del rencor y la falta de perdón. Hoy es el día de ser libre de esa carga que llevas durante tanto tiempo en tu corazón. Perdonar no es volver con quien te maltrato, perdonar es olvidar sin sentir dolor. Es dejar tu corazón libre de rabia, remordimiento y rencor. Al perdonar sentirás como te quitan un peso de la espalda que a lo mejor has llevado durante años.

Hoy es el día de sanar. Haz una llamada, envía un email, por Facebook, twitter, o por donde sea… pero hazlo. Hoy es el día de pedir perdón y perdonar.

¡Que tengas un día bendecido!

Nestor Ortega

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“El Estadio Bernabéu”

El Cafecito de hoy

“El Estadio Bernabéu”

Hace unos meses asistí una vez mas a un partido de fútbol entre el Real Madrid y El Atlético de Madrid en el estadio Santiago Bernabéu. Siempre he dicho que nada se compara con ver un juego en directo en el campo. Esa combinación de gente, ambiente, música y la energía con la que incitamos a nuestros equipos a ganar, no tiene nada que ver con ver el partido en la televisión.

Pero algo muy curioso llamo mi atención. Por el sinnúmero de personas que han entrado al campo durante el juego en los últimos años, han colocado una barrera de personas de seguridad que se encuentra de espaldas a los jugadores y frente al publico. Para mi seria uno de los trabajos mas difíciles y aburridos del mundo. Poder estar a ras de suelo en el campo, cerca de tus jugadores favoritos y no poder voltear a verlos ni disfrutar del partido. Sino que debes darle la espalda y estar pendiente a las personas.

He visto esta misma situación no solo en el campo de juego sino también en mi vida personal. He tenido que darle la espalda a aquellas cosas que me entretienen y darle el frente a las personas. Sacrificarme de disfrutar y velar por la seguridad de los míos, mi familia, mis sueños, mi propósito. En esta vida hay tantas cosas que solo nos están distrayendo.

A veces tenemos que sacrificar nuestro tiempo, recursos, y nuestra propia satisfacción para asegurar el futuro de los que dependen de nosotros. “Las semillas que cayeron entre espinos son como aquellos que oyen el mensaje, pero yéndose dejan que las preocupaciones, las riquezas y los placeres de esta vida los ahoguen, y no dan fruto.” (Lucas 8:14)

Hay tiempo para todo. Tiempo de reír, disfrutar, entretenernos, pero también hay tiempo para luchar, sacrificarnos, trabajar y enfocarnos. Debemos respetar cada uno de estos tiempos. El tiempo para Dios, tiempo para nuestras familias o para nosotros mismos.

No vivas como si fuera un viernes eterno. El que no siembre nada ahora no cosechara nada después. No dejes que los afanes, los placeres y las distracciones de este tiempo desenfoquen tu mirada en la gente, en los tuyos y en Dios, tu padre celestial. Quien tiene planes maravillosos para ti.

Es tiempo de enfocarnos, es tiempo de luchar y sacrificarnos, pero tranquilo que el viernes llegara y podrás descansar para el lunes volver a comenzar. El esfuerzo es solo esfuerzo cuando comienza a doler. Nadie triunfa sin esfuerzo. Aquellos que triunfan deben su éxito a la perseverancia.

Nadie dijo que seria fácil, pero si que seria posible. Vamos a dejar las distracciones y a enfocarnos en nuestro propósito. #ViveFull

¡Que tengas un día bendecido!

Nestor Ortega

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“Los ojos de mi bebé”

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“Los ojos de mi bebé”

Aún recuerdo cuando llevamos a nuestra pequeña Zoé a la iglesia por primera vez. Asistía a una congregación de más o menos mil cuatrocientas personas, en Madrid. Nosotros llegamos al segundo servicio donde había unas seiscientas personas. Llegamos temprano, así que nos encontramos con la algarabía de los seiscientos que salían del primer servicio.

La nena, hasta ese momento, estaba acostumbrada solo a la música de su cuna, las voces de papi y mami y el ruido de la televisión. Así que, de repente, se vio rodeada de tanta gente, una banda tocando y luces por todos lados. De inmediato noté que no paraba de mirar a todas partes con sus ojitos gris azulado. Se sentía abrumada ante un ambiente tan diferente al que estaba acostumbrada.

Pero hizo algo que me dejó con la boca abierta y sorprendido. Dejó de mirar todo lo que la rodeaba y la agobiaba y se quedó mirando fijamente mis ojos. Con una sonrisa y una mirada tierna estuvo mirándome hasta que se quedó dormida. Yo estallé de la emoción, así que la abracé aun más entre mis brazos para que se sintiera segura.

Cuántas veces el ruido de nuestro alrededor nos agobia. Problemas, deudas, enfermedades y todo tipo de escándalos nos agobian, nos quitan la paz y nos hacen sentir inseguros. El problema es que hemos apartado la mirada de nuestro Padre celestial. Esa mirada que nos dice que Él tiene el control de todas nuestras necesidades. Sus brazos nos dan la seguridad que necesitamos en ese momento. Vuelve tu tierna mirada hacia Él y dile, con una sencilla oración, que necesitas que te abrace en este momento.

No hay nada como estar en brazos de papá; y para papá no hay nada como tener en brazos a sus pequeños bebés. Si lo necesitas en este momento, cierra tus ojos y di solo esta sencilla oración: “Dios, necesito que me abraces y sentirme segura en tus brazos”. Es tiempo de aferrarnos a la verdadera esperanza en tiempos de caos en nuestra vida.

“El señor es mi pastor, nada me faltará” (Salmos 23:1).  

¡Que tengas un día bendecido!

Nestor Ortega

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¿Quieres lograr tus metas?

El Cafecito de hoy.

¿Quieres lograr tus metas?

Llevo toda una vida escuchando comerciales sobre como rebajar esos kilos de mas mientras vez televisión, esos aparatos que sin esfuerzo alguno te harán reducir tu estomago. Esas empresas que te prometen que vendiendo su producto, con tan solo unas horas de trabajo al día, podrías llegar a ser rico.

Una vez alguien me insistió tanto a que lo acompañara a una reunión de una empresa multinivel, que fui realmente por quitármelo de encima. Y ver gente decirte que hoy son personas muy ricas con tan solo unas horas de trabajo al día, para mi sonaba algo muy absurdo. Hoy en día vivimos en la época Smart. Ya hay aparatos para todo, con tal de hacernos la vida mas simple.

Personalmente yo no se hasta donde esto ha sido provechoso para la humanidad. Ya la gente no quiere esperar, quieren todo a la velocidad de un click. No quieren sacrificarse, no quieren sembrar y esperar a que el fruto crezca. No, hoy en día queremos todo versión microondas, sin esfuerzos. La fuerza y el crecimiento solo vienen a través del esfuerzo y la dedicación.

No esperes que nadie te de nada. Los resultados que consigues estarán en proporción directa al esfuerzo que aplicas. Todos tenemos sueños. Pero para convertir los sueños en realidad, se necesita una gran cantidad de determinación, dedicación y autodisciplina. Cometeremos muchos errores en el proceso, pero estos nos enseñaran y nos ayudaran a crecer y ser mas maduros y pacientes.

La perseverancia es el trabajo duro que haces después de cansarte del trabajo duro que ya hiciste. Hoy en día nos quieren vender la idea de que podemos alcanzar nuestros sueños sin luchar, lograr un cuerpo perfecto sin sufrir, ser exitoso sin pasar por ciertos procesos que son claves en nuestro crecimiento personal, laboral o espiritual.

Nada te caerá del cielo, levántate en este día con las ganas de dar lo mejor de ti. Conviértete en alguien de quien tu mismo estarías orgulloso. ¿Fallaste en intentos anteriores? Mientras respires hay oportunidad. Hoy es lunes, el mejor día para comenzar de nuevo, para levantarte, para sanar tus heridas, limpiarte el polvo y seguir adelante.

Dios no nos dará la capacidad de soñar sin darnos también la posibilidad de realizar esos sueños. Hoy es el día para comenzar de nuevo, hoy es el día de creer, hoy es el día de sacrificarnos, de dar lo mejor de nosotros. Hoy es día luchar, de olvidar los errores del pasado y levantarnos firmes a comenzar esta semana con el pie derecho. 

¿Quieres lograr tus metas? Comprométete contigo mismo y sal a luchar y a sacrificarte. Feliz inicio de semana #YoAmoElLunes

¡Que tengas un día bendecido!

Nestor Ortega

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“El hombre con la cabeza al revés”

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“El hombre con la cabeza al revés”

Claudio Vieira de Oliveira nació en la ciudad de Montse Santo, Brasil. Desde el momento de su nacimiento sus padres se dieron cuenta que la vida de este niño no seria nada fácil. Incluso los médicos pensaron que no sobreviviría mucho tiempo. Puesto que sus brazos y sus piernas estaban gravemente deformadas y le serian inútiles para desenvolverse en la vida diaria.

Pero lo peor era que su cuello estaba tan doblado hacia atrás que su cabeza quedaba suspendida boca abajo sobre la espalda. No había muchas esperanzas de vida para este pequeño bebe de una familia humilde. La gente empezó a decirle a sus padres que no le dieran de comer, que el bebé iba a morir, pues apenas podía respirar.

Pero este pequeño gigante sorprendió, no solo a sus padres y a los médicos, sino al mundo entero. Pues a la fecha ya tiene cuarenta años y no solo sabe encender el televisor, también responder a su teléfono móvil, encender la radio, usar Internet y escribir.

Pero lo mas sorprendente, es que este pequeño hombre de cabeza torcida y de un futuro aparentemente oscuro, viaja por el mundo dando conferencias, motivando a la gente a que pueden llegar a ser lo que ellos deseen, con fe en Dios y arduo trabajo día a día. Claudio dijo en una entrevista - No me veo a mi mismo como diferente, soy una persona normal.

Creo que esta muy claro que Claudio tiene mas limitaciones que tu o que yo. Pero su espíritu, su deseo de superación pudo mas que el pronostico de cualquier doctor o vecino. Se que hay días difíciles, es mas, se que hay temporadas desastrosas en las que creemos que no podremos salir adelante.

Pero déjame decirte que los desiertos no son eternos. Son solo un espacio de arena y calor, que una vez que aprendamos a sobrepasarlos, nos harán mas fuertes y sabios. Todos pasamos por tiempos difíciles, y cuando digo todos yo soy el primero en levantar la mano.

Pero para los que confiamos en el señor todas las cosas nos ayudan a bien. (Romanos 8:28) Es cuestión de determinarte no rendirte, es cuestión de decidirte a levantarte cada vez que caigas en un round frente a la vida. Si Claudio y muchos mas han podido llegar hasta aquí, ¿Por qué tu no?

“Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán” (Isaías 4:31)

Vamos adelante que el mundo nos espera, no dejes apagar tu luz. Lucha, esfuérzate y no te detengas. Si la vida te da un puñetazo no te quedes con el, devuélveselo. #ViveFull

¡Que tengas un día bendecido!

Nestor Ortega

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“Zoe y el parque”

El Cafecito de hoy

“Zoe y el parque”

Hace unas semanas nos encontrábamos con nuestra pequeña Zoe en el parque que se encuentra frente a nuestro edificio. Ella feliz y contenta de subirse a los columpios y juguetear en las casitas para bebes. Pero llego la hora de marcharnos, ya que teníamos que ir al centro comercial a comprar unos regalos para ella.

El problema es que por nada de la vida ella quería salir del parque. No sabia hacia donde la llevaríamos, no tenia idea de que en aquel lugar recibiría unos regalos de nuestra parte. Ella solo podía ver el pequeño parque del cual no quería salir. Lo mismo pasa con nosotros a Diario.

Dios tiene cosas maravillosas para nosotros, pero nos conformamos con el pequeño y viejo parque que conocemos, en el que ya estamos acostumbrados a estar, al que ya somos habituales. Solo confiamos y creemos en lo que nuestros ojos pueden ver, sin saber que el plan de Dios es mejor que lo que nuestras simples manos pueden fabricar.

El tiene para ti un mejor futuro, una mejor vida, un mejor empleo, un mejor lugar, un mejor propósito, un mejor parque. Pero el miedo al cambio y a lo desconocido nos hace confiar mas en lo que tenemos en la mano y a esto nos aferramos como Zoe se aferraba a los columpios. Lo que ella no sabia es que su padre tenia algo mejor para ella. ¿Sabes que? Dios tiene cosas mejores “La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien, ni tenga miedo” (Juan 14:27) 

Deja que Dios te guíe en un nuevo caminar, una nueva vida y un nuevo propósito. Dale la oportunidad de que el se lleve de ti la angustia, la desesperación, el temor, la incertidumbre y ponga en ti esa paz que tanto necesitas. Si miras a tu alrededor veras como el hombre solo tienen en su corazón el destruirse a si mismo con guerras absurdas que solo son un negocio y fruto del orgullo.

Hoy es el día de acercarnos a nuestro creador, hoy es el día de decir – Papa sácame de este parque que es mi vida, mi zona de confort y llévame a donde quieras llevarme. Se que en tus manos estaré mejor . ¡En el nombre de Jesús Amen!

¡Que tengas un día bendecido!

Nestor Ortega

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“Un día en Marbella”

El Cafecito de hoy

“Un día en Marbella”

El pasado fin de semana, mi familia, unos amigos y yo nos fuimos a pasar unos días en la playa. Fuimos a Marbella, una ciudad y municipio del sur de España, perteneciente a la provincia de Málaga, en la comunidad autónoma de Andalucía. 

Llegamos al apartamento el jueves en la tarde y como habíamos conducido cinco horas, nos quedamos a descansar. El viernes en la mañana, luego de un variado desayuno, nos fuimos al centro de Marbella a conocer la ciudad. Al parecer hice una mala digestión y al llegar a un estacionamiento devolví el desayuno. Me sentía súper mal, así que me senté en un parque y le dije a mi esposa y amigos que se fueran para no estropearles el viaje, mientras yo me recuperaba.

Sentado en el banco del parque por segunda vez devolví mi estomago. Me sentía tan mal… con mareos y calambres en todo mi cuerpo. Lo impresionante fue que la gente pasaba y me miraba “Haciendo carita” y nadie se acerco para ver si yo estaba bien. Yo imagine que por lo menos llamarían a la policía o a una ambulancia. Pero no, todo lo contrario, pasaban de largo. A lo mejor pensando – Que borracho o enfermo debe de estar este tipo.

No puedo explicarles lo mal que me sentía, no por la vergüenza de estar en esa situación, en una zona exclusiva, de una ciudad importante. Sino de la vergüenza que sentí de ser parte de esta generación que ha dejado que su amor se enfrié de tal manera que nadie pueda acercarse a socorrer a su prójimo. “Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.” (Mateo 24:12)

Hoy en día nuestro corazón esta tan duro y seco que solo podemos pensar en nosotros. El egoísmo se ha apoderado de nuestra mente. Por eso, no nos importa lo que pase a nuestro alrededor, si no me afecta a mi directamente no me interesa. No dejes que tu corazón se vuelva árido,  no permitas que tu orgullo impida ensuciarte las manos para socorrer a tu prójimo.

Es mejor que te llamen tonto que pasar de largo ante la necesidad de la gente. Seamos el reflejo de Dios en la tierra, seamos sus manos. “El que es generoso prospera; y el que reanima será reanimado” (Proverbios 11:25) No dejes que tu corazón se enfrié, mantenlo cálido, mantenlo vivo, mantenlo humano. #ViveFull

¡Que tengas un día bendecido!

Nestor Ortega

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“La gran multitud”

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“La gran multitud”

Jesús se encontraba a la orilla de la playa predicando y una gran multitud lo seguía. Había tanta gente que tuvo que subir a un bote para terminar su mensaje desde ahí, porque casi lo tiran al agua de tanto tumulto. Al terminar dice “Pasemos al otro lado”. De toda esa gran multitud, solo doce pudieron subir a la barca para irse con Él.

Solo doce, los que le conocían personalmente, los que pasaban tiempo con Él, los que tenían intimidad con Él. Hoy en día hay una gran multitud que dice amar a Dios, pero no le sigue. Hoy todo el mundo cree en Dios, pero pocos le conocen realmente.

Hay quienes solo forman parte de la gran multitud y otros pocos que tienen intimidad con Él, los que realmente le conocen. ¿Dónde estás tú? ¿Entre la gran multitud, haciendo lo que todos hacen, pensando como todos piensan, viviendo como todos viven o eres de los pocos, los locos que dicen conocer a Dios realmente?

Todo el mundo conoce de Dios, pero pocos conocen a Dios. Muchos sirven a Dios, pero pocos siguen a Dios. El hecho no es saber que Dios existe y creer en Él, es ser parte de aquellos pocos que se atreven a creer en Él, a amarlo, a confiar en Él y seguirlo con todo el corazón, con toda su mente y con todas tus fuerzas.

Si aún eres parte de la gran multitud, hoy es el día de salir y subirte a la barca con Jesús. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Hay que pasar al otro lado. ¿Vienes?

¡Compártelo y que tengas un día Bendecido!

Nestor Ortega

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