“No te rindas”
Nuestra pequeña Zoe ya es una hermosa señorita de tres años. No puedo explicar la sensación de verla crecer cada vez mas rápido y de poder escucharla cuando ya ha comenzado a experimentar un mundo a su alrededor que la llena de preguntas. Es una niña muy amorosa y cariñosa. Tanto así que cada mañana tiene que cortar una pequeña flor para llevársela a su profesora en el colegio. No importa si vamos con prisa o algo tarde, hay que detenerse a cortar la pequeña flor para su querida profe.
Hace días me di cuenta que el lugar donde siempre recogemos las pequeñas plantitas matutinas, es diariamente pisoteado por personas y perros que pasan por el lugar. Durante el día no logras ver una sola flor, pero extrañamente todas las mañanas al pasar por ese lugar esta lleno de pequeños retoños color amarillo y violenta que adornan el casi seco rincón de césped.
Así que recordé mis días en la escuela cuando nos enseñaban como crecían las flores durante la noche a gran velocidad. Cuando nadie las miraba, mientras otros dormían, ellas crecían. Y esto me hace pensar en lo mucho que han sido pisoteados y olvidados algunas personas. Pero a pesar de todo eso, cada día se levantan con mas ganas de florecer, de crecer y de lograr el propósito para el cual fueron creados.
Mientras unos duermen ellos luchan, mientras otros se rinden ellos lo intentan. En la oscuridad de la noche, en el silencio del anonimato. Donde nadie puede ver su sufrimiento y frustración. Allí se encuentran algunos que no se han dado por vencido. Los que a pesar de los pisotones que les ha dado la vida, aun están dispuestos a intentarlo una vez mas.
En la vida solo hay dos tipos de personas. Las que se van a la cama de la frustración queriendo tirar la toalla ante las adversidades y los que se van a la cama a descansar y a retomar fuerzas para seguir luchando. Rendirse nunca puede ser una opción. No hay tiempo para lamentarse. Debes de levantarte hoy lunes con ganas de florecer, de crecer, de salvar tu matrimonio, de recuperar a tus hijos, de recuperar tu empresa, de recuperar tu vida, de seguir luchando contra esta enfermedad, de seguir intentándolo.
Cada lunes nos da la oportunidad de venir del silencio de la noche de un fin de semana y comenzar de nuevo. Reorganizar nuestras ideas y volver a intentarlo. El camino hacia el éxito esta lleno de obstáculo, de no ser así fuera un viaje muy aburrido.
Hoy es lunes. Un nuevo día, una nueva oportunidad. Día de florecer de nuevo. Hay quienes por temor a fracasar no lo intentan… y al final terminan fracasando.
Hoy es lunes, una nueva oportunidad de comenzar de nuevo.
¡Que tengas un día bendecido!
Néstor Ortega
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