Buenos días!
El Cafecito de Hoy.
Un grupo de ranas viajaba por el bosque y,
de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demás ranas se
reunieron alrededor del hoyo. Cuando vieron cuán hondo era el hoyo, le dijeron
a las dos ranas en el fondo, que no había nada que hacer para sacarlas, que
mejor se debían dar por muertas.
Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles.
Finalmente, una de las ranas puso atención
a lo que las demás decían y se rindió. Ella se desplomó y murió. La otra rana
continuó saltando tan fuerte como le era posible. Una vez más, la multitud de
ranas le gritaba y le hacían señas para que dejara de sufrir y que simplemente
se dispusiera a morir, ya que no tenía caso seguir luchando.
Pero la rana saltó cada vez con más fuerzas hasta que finalmente logró salir del hoyo. Cuando salió, las otras ranas le dijeron: “Nos da gusto que hayas logrado salir, a pesar de lo que te gritábamos".
La rana les explicó que era media sorda, y que pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más y salir del hoyo. La palabra tiene poder de vida y muerte. Una palabra de aliento a alguien que se siente desanimado puede ayudar a levantarlo y finalizar el día.
Una palabra destructiva dicha a alguien que se encuentre desanimado puede ser lo que lo acabe por destruir. Tengamos cuidado con lo que decimos. Una persona especial es la que se da tiempo para animar a otros.
En los Estados Unidos, en la NASA, hay un poster muy lindo de una abeja, el cual dice: "Aerodinámicamente, el cuerpo de una abeja no esta hecho para volar; lo bueno es que la abeja no lo sabe"
Cuidado con lo que dices, cuidado con lo que escuchas. #ViveFull
Que tengas un día Bendecido.
Nestor Ortega