Buenos días!
El Cafecito de hoy.
El año pasado estuve durante unas semanas en Boston
participando en unos eventos. Al terminar, unos días antes de regresar, fui a
una perfumería a comprarle un perfume de regalo a mi esposa.
Había más marcas
de perfume que las que podía contar, así que fui oliendo perfume por perfume
hasta encontrar el que quería. Luego de 5 minutos mi nariz se saturo y mi
cabeza estaba reventando a causa de los tantos olores.
Me llamo la atención que
entre los tramos de perfume habían estuches con granos de café, no entendí para
que eran hasta ese momento. Alguien me dijo que después de oler un perfume,
para poder distinguir el aroma de otro, debía oler los granos de café. Así el
olor del perfume anterior se desvanecía. El olor amargo
del café penetra y provoca que se limpien tus receptores olfativos y puedas traer
la sensibilidad de vuelta a tu nariz.
Tal vez tu nariz no está saturada de
olores en este momento, pero tal vez si tu vida, saturada de tantas
situaciones, tantos problemas que ya todo te da igual. Sientes que te rindes y
que ya no puedes más. Pero cada mañana el cafecito nos trae ese olor a
esperanza, olor a paz, olor a seguridad, que entra a lo más profundo de tu corazón
y trae la sensibilidad nuevamente a tu vida, mostrándonos que no todo está
perdido, que Dios tiene control de tus situaciones.
Deja que ese olor te
despierte cada mañana y te recuerde que todavía hay esperanza. Compártelo para
que otros también puedan olerlo. Hoy es lunes, día de nuevos comienzos y nuevos
retos. Es tiempo de levantar la cabeza en alto y comenzar de nuevo.
Dios está contigo,
anda, sal a conquistar tus sueños. Haz tu parte, Dios hará la suya. #YoAmoElLunes
Que tengas un día bendecido.
Twitter: @ElCafecitoweb
Néstor Ortega