El Cafecito de hoy.
Esta última semana ha sido todo un caos para mí. Muchos
compromisos, viajes al interior y poco tiempo para descansar. Los días así se
reflejan en mi habitación. Como sabrán soy alérgico al polvo, por ende debo
siempre de tener todo recogido y limpio.
Esta semana las cosas variaron un poco. Llegaba a casa
tarde y pensaba en organizar un poco pero estaba muy cansado, así que pensaba “Lo
Hare mañana antes de irme al trabajo”. En la mañana, por el mismo cansancio, me
agarraba el sueño, así que no podía perder tiempo y debía salir a trabajar.
El fin de semana estuve en unos compromisos en Santiago,
así que ya saben, mi habitación estaba un poco desordenada. Anoche saque el
tiempo para organizar un poco y fue un tanto difícil e incomodo, por el polvo y
mi alergia.
Así que vuelvo y hago esta pregunta, ¿Por qué nos
encanta acumular cosas y no limpiarlas en el mismo momento? Al igual que mi habitación
nuestro corazón está un tanto desordenado, abandonado, empolvado y cada mañana y
cada noche sabemos que debemos hacer algo pero postergamos ese momento.
Al igual que muchas casas, lo que la gente puede ver a
simple vista, aparentemente está limpio y organizado, pero más adentro, en las
habitaciones de nuestro corazón hay polvo que quitar, y cosas que organizar. Hay cambios que hacer y cosas,
personas o hábitos que debemos desechar.
Es tiempo de limpiar nuestro corazón de sentimientos
que hemos dejado ahí por días, semanas y tal vez años. Saca el rencor, el odio,
la envidia, la desilusión, el rechazo, la culpa y el miedo. Decora tu habitación
con amor, esperanza, gozo, paz, paciencia, humildad y felicidad.
Nada de esto es posible si primero no llevas a Dios a
esa habitación. Hoy es el día de limpiar tu habitación, hoy es el día de
limpiar tu corazón, hoy es el dia de cambiar tu vida. #ViveFull
@ElCafecitoweb
Nestor Ortega