El Cafecito de hoy
"La Mujer y La Ventanilla"
Hace unas semanas me dirigía al centro de Madrid. Necesitaba gestionar unos papeles en una oficina gubernamental. Ir al centro en coche, un lunes por la mañana es un caos. Y mas, si tratas de conseguir estacionamiento. Así que decidí entrar a un parking publico, dejar allí mi coche y caminar hasta la oficina donde debía retirar los documentos.
Delante de mi iba una señora, que al llegar a la valla de seguridad, estaba tratando de bajar la ventanilla del coche para poder sacar el ticket de la maquina. Pero en dos ocasiones, en vez de bajar la ventanilla delantera, la del conductor, bajaba la ventanilla trasera. Yo me reí pensando dentro de mi "Pero señora - ¿No sabe usted cual es el botón de su ventanilla? ¡Madre mía!"
Al fin la señora logro abrir su ventana, extraer el ticket y entrar al parking. Yo llegaba a la vaya aun con la sonrisa en mi rostro y al tratar de abrir mi ventanilla ¿Qué creen ustedes que paso? Exacto… Abrí la ventanilla trasera.
Me quede mirándome al espejo por unos cinco segundos y luego estalle de la risa. Hasta que el coche que venia detrás de mi toco el claxon para que yo avanzara. La frase "A cualquiera le puede pasar" llego a mi mente. Como nos encanta reírnos de los errores de los demás aun sabiendo que podría pasarnos a nosotros también. Somos expertos en reconocer las faltas de los que nos rodean, pero somos incapaces de admitir las nuestras.
Nos gusta señalar y cuestionar las caídas de los demás, pero pedimos clemencia cuando se trata de nosotros. Trata a los demás como te gustaría que te tratasen si fueras tú el del error. Recuerda que con la misma vara que midas serás medido y que si siembras indiferencia solo cosecharas desprecio.
Este mundo fuera otra historia si hubiera una pizca de conmiseración en nuestros corazones. Clemencia en nuestra boca y compasión en nuestras manos.
"Así pues, hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes" (Mateo 7:12)
Para criticar y golpear ya hay mucha gente. Tú se de los que consuelan, de los que levantan, de los que animan y de los que construyen. Así estarás sembrando para cuando necesites de ese mismo fruto en medio de tu tropiezo que vendrá, si… que vendrá… nadie es perfecto en esta vida.
¡Que tengas un día bendecido!
