martes, 30 de mayo de 2017

“El Gimnasio (Día 2)”

El Cafecito de hoy
El Gimnasio (Día 2)

Como les comente en el cafecito del día de ayer, me volví a inscribir en el gimnasio, después de varios años sin ni siquiera asomarme por uno. Todos los que han ido a un gym por primera vez conocen esa sensación de emoción y despiste a la vez. Te sientes un poco perdido mientras vez a gente mas experta que tu. Pero emocionado al saber que inicia una nueva etapa saludable en tu vida.

No falta la foto para tus redes sociales, así tus amigos y conocidos podrán darse cuenta que por fin arrancaste con la difícil tarea de los ejercicios (Ayer subí la mía).

Sabes que ese día no debes hacer mucho, pero la emoción nubla tus sentidos y te sientes con fuerzas de darle a todo. Ese día te vas a la cama un poco cansado, adolorido y emocionado al saber que mañana a las 6:00 am debes levantarte para volver al gym. ¿Pero en realidad que pasa al día siguiente?

Lo primero es que no te puedes ni levantar. No solo te duele el cuerpo, te duele hasta el alma. Y piensas… ¿En realidad debería ir hoy al gimnasio? A lo mejor vuelva mañana. El problema es querido amigo, que si no vas al gym el segundo día, no volverás jamás.

Puesto que ese dolor solo se quita yendo nuevamente a la sala de ejercicios. Si no vas, el dolor ira desapareciendo poco a poco y tendrás miedo de volver otra vez a pasar por el frustrante primer día en el gimnasio.

A veces en nuestra vida hay situaciones similares a esta. Estamos emocionados con nuestros planes y propósitos. Un nuevo empleo, una nueva vida en otro país, un matrimonio que comienza con mucha ilusión, mi propia empresa que surge con mucho optimismo en fin. Un sin numero de planes. Pero luego llegan los problemas y las situaciones que hacen que perdamos la ilusión y el valor para seguir adelante.

Y muchas veces huimos del problema tratando de que sea el tiempo quien lo solucione (Como el dolor del primer día en el gym) Los problemas se solucionan enfrentándolos, dando la cara, levantándonos, aunque nuestro cuerpo nos diga que ya no puedes. Aunque no tengas fuerzas o tu ilusión ya haya muerto hay que levantarse y continuar.

Todo esfuerzo tiene su recompensa, pero quedarse solo en palabras lleva a la pobreza” (Proverbios 14:23)

Quedarte en la cama de la resignación no va a ayudarte en nada. Quejarte solo hará el camino mas difícil. Hay que levantarse cada día con el optimismo y la confianza de que si Dios esta contigo nadie puede detenerte.

Así que es hora de salir a luchar por tus sueños, por tu matrimonio, por tu empresa, por tus hijos y por ti mismo. Dolerá, pero ese dolor nos hará mas fuertes y sabios. Cada vez que te sientas sin fuerzas de continuar recuerda porque empezaste y que te trajo hasta aquí.

Hoy es el día de levantarnos y seguir adelante. Hoy volveré al gym y se que tu también volverás a tu batalla. Que Dios este con nosotros.

¡Que tengas un día bendecido!
Nestor Ortega
http://bit.ly/2rzHRiD