Buenos
días!
El
Cafecito de Hoy.
Hace unos días
alguien me mostró un video en el que se veía a un joven llegar a una esquina,
en donde había una señora que al parecer no tenía hogar y vivía en la calle.
El
motivo de su visita fue que esa misma señora sin hogar y tal vez sin familia,
estaba de cumpleaños. El llego con un pastelito, un globo, confeti y felicitándola
con un abrazo.
La señora se puso contentísima al ver su bizcocho, collar de
colores y el globo que el joven le llevó. La gente en la calle miraba asombrada
pensando… ¿Por qué ese joven esta haciendo algo como eso, con una persona que
vive en la calle? Tal vez esta mujer era despreciada y maltratada por muchos.
Cuando este
comenzó a cantarle cumpleaños feliz, invito a las personas que estaban mirando
desde lejos y nadie se quiso acercar. Hasta qué después de un rato un hombre se
acercó, luego otro y así fueron viniendo las demás personas. Al terminar de cantar
cumpleaños feliz a la señora, que no sabía qué hacer con tanta felicidad en ese
momento, todos le dieron la mano para felicitarla.
Pensando yo, que hasta gente que a diario la
veían en ese lugar y no se atrevían ni a dirigirle la palabra.
Al final, ella
debía pedir un deseo. Decía que no sabía que pedir y tras la insistencia del
joven que preparó la mini fiesta ella dijo: "Mi deseo es que seamos
felices todos". Me sorprendió que ella no haya pedido nada material para sí
misma, aún en la necesidad que se encuentra, sin casa y sin familia.
También,
que nadie quería acercarse a esta señora, pero sólo basto el deseo de alguien
con buen corazón para que esta olvidada y tal vez maltratada señora fuera el
centro de la fiesta. Nunca te canses de hacer el bien, si lo haces… otros
también te seguirán.
Nuestras necesidades son grandes, pero hay personas
que serian felices con solo un poco de lo que tenemos. Porque no vas y
compartes, de una manera creativa, un poco de lo que Dios te ha dado…
¡Que tengas un día
Bendecido!
Néstor Ortega
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