¡Buenos días!
El Cafecito de Hoy.
Si no me equivoco todos conocemos la historia de Adán y
Eva. Dios los crea, ellos desobedecen a Dios al comer del fruto que no debían
comer y son echados del paraíso (Génesis 3: 1-24)
Cuando Dios habla con Adán sobre el por qué lo
desobedecieron, este mira hacia atrás y dice: “fue culpa de Eva”. Dios le
pregunta a Eva, esta mira hacia atrás y culpa a la serpiente. Y la serpiente
miro hacia atrás, pero no encontró a quien echarle la culpa.
Es cómico, pero es la realidad de hoy en día. Todos
buscamos un culpable a la hora de asumir un error o un problema. Nadie quiere
hacerse responsable de sus propios errores, claro, es más fácil escudarse y
buscar un culpable.
“Culpar a los demás es un acto cobarde, para no aceptar
la responsabilidad que acarrean nuestras acciones.” La culpa de que algo salga
mal siempre la tiene otro, pero al momento de lograr algo bueno, ahí no tenemos
problemas para reconocer nuestra autoría y nuestra directa intervención.
Aprendamos a reconocer nuestros propios errores y asumir
las consecuencias de nuestros actos. Te daré una frase que tal vez te aliente.
“Para ser viejo y sabio, primero hay que ser joven y estúpido” No sé si te hace
sentir bien, pero a mí sí, porque sé que en esta vida cometeré muchos errores,
pero debo afrontar sus consecuencias y no buscar detrás de mí un
culpable.
Reconocer un error es humildad, sabiduría y madurez.
Escudarnos detrás de otro culpable es de cobardes. Hoy es el mejor día
para iniciar con reconocer nuestros propios errores antes que los errores de
los demás.
¡Que tengas un día
bendecido!
Nestor Ortega
Twitter @ElCafecitoweb