miércoles, 21 de septiembre de 2016

¡Volver a ser niño!

El Cafecito de Hoy.
¡Volver a ser niño!

Hace unos días, como de costumbre fuimos al supermercado. En el habían diferentes familias con sus hijos haciendo sus compras. Pude notar las diferentes actitudes entre los niños y los adultos. Lo niños iban jugando con todo, sonriendo, un poco despistados, felices y disfrutando sentados en el carrito de la compra empujado por papa. Al contrario los adultos iban un poco preocupados por los precios, pensativos a la hora de elegir entre productos, un poco alarmados e intranquilos pensando en el corto presupuesto que no debían sobrepasar.


Al ver esto me transporte a mi niñez y recordé que cuando tenía esa edad deseaba con ansias ser adulto. El motivo principal era ser independiente. Que nadie tuviera que controlarme, mandarme o dirigirme.

Mirándome ahora, entiendo que los adultos no hemos logrado realmente la libertad que anhelábamos desde niños. Pues los mayores somos esclavos de las deudas y compromisos, de las responsabilidades, de los vicios, de los sufrimientos, de los desamores, de la preocupación, de la crisis, de las calumnias y de las traiciones. En la niñez desconocía todo eso. ¡Como deseo muchas veces volver a ser niño de nuevo!

Pero hay una manera en la que podemos volver a ser niños. No físicamente pero si mental y espiritualmente. Podemos volver a nacer de nuevo. No en carne sino en mente y espíritu (Juan 3:5) Volver a ser inocentes, sin maldad, sin envidia, rencores, sin afanes ni preocupaciones. Vivir con responsabilidades pero no dejando que estas ahoguen mi paz y mis sueños. Al tener un encuentro con Jesús puedo vivir con las cargas de un adulto, pero con la paz y tranquilidad de un niño.

Un niño que disfruta sentado en el carro de la compra empujado por su padre celestial. Quien se ocupa de suplir todo lo que le hace falta a sus hijos.

¿Por qué afanarnos tanto en tener nosotros el control de nuestra vida? Cuando sabemos que nuestro corazón casi siempre se equivoca y nos lleva a cometer errores. Un niño siempre disfruta el momento ya sea que el carrito de la compra este lleno o que el presupuesto no alcance para mucho. Esa no es su preocupación. El solo es agradecido y disfruta de el momento.

¿Quieres volver a ser como un niño? Acércate a tu creador. Tu corazón lo necesita. Así podrás vivir en paz, esa paz que ninguna tormenta te podrá quitar. Ahora levántate, tu padre celestial te espera para llevarte de compras. #ViveFull

Recuerda: Mañana en Santiago (PUCMM) y el viernes en la vega (Centro de convenciones Alaver) Puesta en circulación del libro El Cafecito (Edición Capuchino) Ahí nos vemos.

¡Que tengas un día Bendecido!
Nestor Ortega