El Cafecito de Hoy.
“El Barco”
Leyendo nuevamente uno de mis libros
favoritos, “Aligere su equipaje” de Max Lucado, encontré una vez mas esta
interesante historia. Un día en una visita al capitán del barco, sonó una
alarma estridente, seguida por extraños ruidos como de algo que rechinaba y
chocaba ruidosamente debajo del puente.
«Son nuestros compartimentos herméticos que
se cierran», explicó el capitán. «Es una parte importante de nuestros
ejercicios de seguridad.
En caso de un verdadero problema, el agua
que se filtra en un compartimiento no afecta al resto del barco. Aun al chocar
con un témpano de hielo, como el Titanic, el agua sólo penetraría en el
compartimiento roto. Sin embargo, el barco seguiría a flote».
Recordando la descripción que el capitán
hizo del barco:
Cada uno de ustedes es una organización más
maravillosa que ese gran trasatlántico, y han emprendido un viaje mucho más
largo. Les exhorto a que aprendan a tener bajo sujeción su vida y a vivir cada
día en un compartimiento hermético para ese día.
Esto garantizará su seguridad en todo el
viaje de la vida. Toquen un botón y escuchen, en todo ámbito de su vida, las
puertas de hierro que dejan fuera el pasado, los días de ayer que ya han
muerto.
Toquen otro botón y cierren, con una pared
metálica, el futuro, los mañanas que aún no nacen. Así estarán a salvo; a salvo
por ese día.
No piensen en la cantidad que hay que
lograr, ni en las dificultades que hay que vencer, sino empéñense seriamente en
la tarea menuda que tienen a la mano, y dejen que sea suficiente para el día;
porque nuestro claro deber no es ver lo que apenas se ve en la distancia, sino
hacer lo que tenemos al alcance de la mano.
Muchos barcos personales están zozobrando
hoy porque no aprendieron a cerrar el compartimento del pasado y el del futuro.
Aprendamos la lección para mantener flotando el barco de nuestra existencia,
viviendo cada día a la vez.
“No os afanéis por el día de mañana, porque
el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal”. (Mateo 6:34)
¡Que tengas un día bendecido!
Nestor Ortega