El Cafecito de hoy.
Carlos se sentía frustrado, era el único actor disléxico que conocía. Su sobrepeso, pálida piel, baja estatura y avanzada edad le hacían difícil, casi imposible conseguir un papel en las obras de teatro que audicionaba.
Durante mucho tiempo dio lo mejor de sí para hacerse de una profesión en las tablas. Hasta que no pudo más y se desplomó. No entendía el porqué de su existencia, se quejó de todo lo que tenía y más aún se quejó de lo que era.
En la vida muchas veces nos quejamos.
De nuestra apariencia, de lo que tenemos, de lo que no tenemos; en fin, nos quejamos de quienes somos y olvidamos por completo que estas son las cosas que nos hacen especial.
Sí, eso que muchas veces te parece una desventaja si lo sabes aprovechar puede llegar a convertirse en tu mayor virtud.
Carlos nunca se imaginó que un año más tarde llegaría a hacerse famoso por unos comerciales que grabaría representando a Santa Claus. Sus características eran inmejorables para este rol, y lo mejor del caso es que su único dialogo era: jojojo. La lección más importante de la vida de Carlos es que nunca dejó de audicionar.
Hoy es un día en donde lo puedes intentar, el secreto está en aceptarnos tal y como somos. Sácale provecho a tu timidez, a tu sonrisa, a tu sinceridad, a tus locuras, a todo eso que te hace especial y que muchas veces has minimizado.
Dios en su infinita sabiduría nos creó diferentes, nos creó con “algo especial”. Acéptate tal y como eres y verás cómo tu visión de la vida cambiará. Esta puede ser la llave para que el éxito te sonría.
Que tengas un dia Bendecido!
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Eddy Núñez
