Buenos días!
El Cafecito de Hoy.
Cuando era niño me gustaba jugar con soldaditos. Recuerdo que
una vez llene una cubeta de agua y entré todos mis soldados en ella.
Algunos de ellos tenían un pequeño
orificio por donde le entraba el agua, así que todos los soldaditos se hundían
al llenarse de agua por dentro. Todos menos uno...
Este era diferente a los demás,
porque era totalmente de plástico, así que flotaba. Trababa de hundirlo con los
demás soldados, pero siempre salía flotando.
Hace días estuve pensando que
durante toda mi vida he conocido mucha gente, he tenido muchos amigos, cuando
digo muchos, créame… muchos. Pero no
todos permanecen hasta hoy. Solo aquellos que no se dejaron hundir por las
situaciones, el tiempo o los malos entendidos.
La amistad verdadera nunca se
hunde, no importa que tan profunda sea el agua, o mejor dicho el problema que
enfrente. Un verdadero amigo siempre estará ahí, flotando. No importa por cuánto
tiempo dejara a mi soldadito solo en la cubeta, nunca se hundía.
No importa qué
tiempo tengas sin hacer contacto con alguien, si es un verdadero amigo siempre estará
ahí. Con el pasar del tiempo hemos perdido muchos amigos, algunos por problemas
serios, otros por simples malentendidos.
Hay personas importantes que hoy no están
cerca de nosotros. Tal vez por su orgullo, o tal vez por el mío… Hoy es un buen
día para reconciliarnos con aquellos verdaderos amigos que por una u otra razón
no están con nosotros. “Es mejor perder
el orgullo y ganar un amigo”.
Recuerda, la amistad siempre saldrá a flote, no
importa cuánta agua este intentando hundirla. Yo llamare o escribiré a un
amigo, ¿y tú?
Que tenga un día bendecido!
Nestor Ortega