¡Buenos Días!
El Cafecito de hoy.
Cuenta la historia de un alpinista que quería alcanzar la
fama al escalar una altísima montaña, pero como quería la gloria para el solo
se fue sin compañeros.
Comenzó la ascensión y se fue haciendo tarde, el no quiso
detenerse a acampar, así que siguió ascendiendo hasta que lo sorprendió la
noche.
Se encontraba sin poder ver absolutamente nada y con un
frío abrasador. Escalando una pared a pocos metros de la cima resbaló y
sentía como caía al vacío sin poder ver nada por la espesa oscuridad. Hasta que
la cuerda se le enredo en el pie y quedo colgando en el aire.
No se le ocurrió otra cosa que gritar: ¡Ayúdame Dios mío!
Se escucho una voz grave del cielo que le contesto: - ¿Que
quieres que haga? - ¡Sálvame Dios mío!. - ¿En verdad crees que te puedo salvar?
- ¡Si señor, Confío en ti! - ¡Bien! entonces corta la cuerda… Hubo un momento
de silencio; y luego el hombre se aferró aun más a la cuerda.
Al día siguiente los rescatistas encontraron al hombre
colgado, muerto, congelado y agarradas sus manos fuertemente a la cuerda...
"A tan solo 4 pies del suelo". ¿Y tú? ¿Que tan aferrado estas a
tu cuerda? ¿Te soltarías y confiarías en Dios Ciegamente?
Pasamos la vida aferrados a nuestra cuerda y Dios nos
dice: ¡Suéltala! yo tengo control de tu vida. Pero preferimos morir de frío
atados a nuestra propia manera de vivir y a nuestros problemas.
Hoy es el tiempo de confiar en que Dios tiene el control
de todo. No se que Dios te esta pidiendo que sueltes en este día, lo que si se,
es que el tiene algo mejor para ti y necesita tus manos disponibles para
recibirlo.
Confiar ciegamente en Dios, es confiar aun no veamos nada
mas allá del día de hoy. Entrega tus cargas en sus manos y el te llevara a un
mejor y cálido lugar.
¡Que tengas un día bendecido!
Nestor Ortega
www.ElCafecito.org