miércoles, 14 de marzo de 2018

"El caso del niño Gabriel"

El Cafecito de hoy
"El caso del niño Gabriel"

Hace unas semanas recibimos la mala noticia de que un pequeño niño de ocho años había desaparecido en Almería. Una ciudad en la costa sur de España, que pertenece a la comunidad autónoma de Andalucía. Rápidamente se formo un gran movimiento en busca del pequeño Gabriel. Según iban pasando los días la esperanza de encontrarlo vivo aun seguía ardiendo en los corazones de los familiares, de los voluntarios y de las personas que seguíamos de cerca el caso.

El domingo recibimos la mala noticia de que el pequeño Gabriel había sido encontrado muerto en el maletero de la novia del padre, quien estuvo de cerca en la búsqueda del niño, pero quien al parecer era sospechosa y blanco de la investigación desde un principio.

La rabia estallo de inmediato en toda España. Comentarios racistas, sexistas y llenos de odio estallaron en las redes sociales. Confieso que yo como padre al saber esto me llene de una rabia y una impotencia inexplicable. ¿Como pudo hacerle semejante daño a un niño tan pequeño e indefenso? Y me llene mas aun de rabia al enterarme de que esta persona, al igual que yo, era de origen dominicano.

¿Como puede haber tanta maldad en el corazón de una persona? Pero escuche unas palabras que hicieron eco en mi corazón. Fueron las palabras de la madre de Gabriel en medio del funeral del "Pescadito", como se conocía al niño.

Dijo: - Pido que no se extienda la rabia. Que no se hable mas de esta persona, refiriéndose a la asesina de su hijo. - Aun en este mundo quedan buenas personas y que hay que seguir adelante juntos…

Esto me hizo pensar que situaciones como esta sacan lo peor de nosotros. Salen a flote la misma rabia y el mismo odio que llevaba en el corazón esta persona al momento de quitarle la vida al pequeño Gabriel. El corazón de la gente se ha enfriado y lo podemos palmar en estos últimos años.

El solo hecho de ver una persona muerta en el suelo o necesitando ayuda y ver a personas sacar su teléfono móvil y grabar en vez de ayudar da mucho que pensar. En momentos como este sacamos nuestro rencor, rabia, odio y toda esa nube negra de sentimientos y la arrojamos a donde podemos. A lo mejor para sentirnos mejor persona o simplemente para sentirnos con menos peso en el corazón.

No dejemos que la rabia se extienda, seamos parte de las buenas personas que aun conservan corazones cálidos y llenos de amor. Esto no hará que el pequeño Gabriel vuelva a la vida, pero si evitara que en un futuro mueran mas personas inocentes.

No permitas que tu corazón se enfríe a causa de tanta maldad. Mantenlo cálido, mantenlo vivo. Si Dios nos ama con nuestros defectos también nosotros debemos de amar y aprender a perdonar. Perdonar no es dejar sin castigo al culpable, perdonar es no dejar que nuestro corazón se llene de odio hacia esa persona. Perdonar no es volver con quien te maltrata, perdonar es dejarlo ir de una vez por todas de tu corazón.

Sigamos siendo humanos, sigamos viviendo y luchando por repartir amor en vez de odio.

¡Que tengas un día bendecido!
Néstor Ortega
http://bit.ly/2FHnkfz