Buenos
días!
El
Cafecito de Hoy.
Hace
unos días revisaba mi facebook y me di cuenta que un amigo había escrito en su
muro que un amigo suyo había muerto. Por curiosidad y para saber si era un
amigo en común, entre a ver de quien se trataba.
Me di cuenta que no conocía al
muchacho, pero llamo mi atención de que era muy joven y que se veía lleno de
vida. Entre a su perfil y viendo algunas fotos me di cuenta que si, era un
muchacho bastante joven, aparentemente lleno de salud y acababa de ser padre
recientemente.
Me entristecí porque vi que era un joven lleno de vida, con una hermosa
familia y con un gran futuro por delante. En ese mismo momento me cuestione y pensé
en mi esposa, mi madre y mis hermanos. Aparentemente soy un joven lleno de
salud y vida, con muchos proyectos y metas a largo plazo. Pero… ¿Cuándo será mi
último día en esta tierra?
¿Por qué si este joven partió, antes de lo que tal
vez el había planeado, no podía hacerlo yo también? Nadie sabe el momento en que partirá de este
mundo, tal vez hoy, mañana o la próxima semana. La pregunta es: ¿Qué he estado
haciendo con mi vida hasta el día de hoy?
¿Que pensara mi familia al momento de
mi partida? ¿Mi esposa podrá decir: El fue un buen esposo? ¿Qué recuerdo
quedara de mí? Y lo más importante: ¿hacia donde iré después que abandone esta
vida pasajera?
Es tiempo de meditar y evaluar que estamos haciendo con nuestra
vida. No sabemos en qué momento partiremos, así que es tiempo de ponernos a
cuentas con Dios, limpiar nuestra vida y corazón para que al momento de
marcharnos podamos pasar el resto de nuestra eternidad junto a El.
Es tiempo de
perdonar, es tiempo de volver a amar, volver a creer, volver a comenzar… no
sabes cuánto tiempo te queda, el reloj sigue corriendo, así que lo que vayas a
hacer… ¡hazlo ahora!
No
dejes para mañana lo que puedes arreglar hoy.
¡Que
tengas un día bendecido!
Néstor
Ortega
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