Desde niños subirse a los columpios es divertido.
Recuerdo que en mi infancia iba mucho a "Helados Manresa" (no estoy
tan vieja, ese lugar aun existe). Pasaba ratos inolvidables montada en el
"Fuin Fuan". Era curioso cuando tenías que hacer turno para esperar
subirte contando las "subidas y bajadas" que daban los demás, por
igual las complicaciones que se armaban cuando tu compañero pesaba más que tu y
te ponía arriba "de castigo".
¿Te has sentido alguna
vez que Dios te pone "de castigo" en el subi-baja de tu vida? Muchas
veces así creemos nosotros que Dios "nos pone", cuestionando porque
suceden situaciones en nuestra vida, pero… ¿Cómo se mantiene
nuestra fe en esos momentos?
Lamentablemente las personas viven una fe "Fuin Fuan",
si su vida está bien, su fe, espiritualidad y amistad con Dios está bien, pero
si su vida va mal, hacen todo lo contrario.
La fe no es un “estado de ánimo”, la fe es algo que se tiene y que con el tiempo y las situaciones que llegan a nosotros “crece”. Quien tiene fe sabe que por encima de toda duda o cualquier preocupación que tenga, lo que está pasando en este momento es por voluntad de Dios, y si no es así, es fruto de alguna mala decisión, pero igual debe tener confianza en que Dios lo ayudara a salir adelante.
La fe no es un “estado de ánimo”, la fe es algo que se tiene y que con el tiempo y las situaciones que llegan a nosotros “crece”. Quien tiene fe sabe que por encima de toda duda o cualquier preocupación que tenga, lo que está pasando en este momento es por voluntad de Dios, y si no es así, es fruto de alguna mala decisión, pero igual debe tener confianza en que Dios lo ayudara a salir adelante.
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, y la
convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1).
Vamos cada día a fortalecer nuestra fe, no basada en nuestro estado de ánimo, ni en las cosas buenas que pasen en nuestra vida, sino sustentada en tener la confianza y certeza de que Dios siempre tiene el control de las cosas, y El nos recompensará con lo mejor. #VivaLaFe
Vamos cada día a fortalecer nuestra fe, no basada en nuestro estado de ánimo, ni en las cosas buenas que pasen en nuestra vida, sino sustentada en tener la confianza y certeza de que Dios siempre tiene el control de las cosas, y El nos recompensará con lo mejor. #VivaLaFe