¡Buenos días!
El Cafecito de Hoy.
Cuatro Velas se estaban consumiendo lentamente. El ambiente
estaba tan silencioso que se podía oír el diálogo entre ellas. La primera
dijo:
¡Yo Soy la Paz! A pesar de mi Luz, las personas no
consiguen mantenerme encendida. Y disminuyendo su llama, se apagó
totalmente.
La segunda dijo: ¡Yo me llamo Fe! Infelizmente soy Innecesaria para las personas, porque ellas no quieren
saber de Dios, por eso no tiene sentido continuar quemándome. Al terminar sus
palabras, un viento se abatió sobre ella, y esta se apagó.
En voz baja y triste la tercera vela se manifestó: ¡Yo Soy el Amor! No
tengo más fuerzas que quemar. Las personas me dejan de lado porque
solo consiguen manifestarme para ellas mismas; se olvidan hasta de aquéllos que
están a su alrededor. Y también se apagó.
De repente entró una niña y vio las tres velas apagadas. ¿Qué es
esto? Ustedes deben estar encendidas y consumirse hasta el final.
Entonces la cuarta vela, habló: No tengas miedo, niña, en cuanto yo esté
encendida, podemos encender las otras velas.
Entonces la niña tomó la vela de la Esperanza y encendió nuevamente las que
estaban apagadas.
La vida traerá consigo afanes, secos desiertos, altas y bajas, pero lo
último que podemos perder es la esperanza, aunque es lo primero que perdemos.
Vive, lucha, no te rindas. Que hoy el fuego de la esperanza encienda la
llama de tu corazón.
¡Que la vela de la Esperanza nunca se apague dentro de ti!
¡Que tengas un día Bendecido!
Nestor Ortega
Twitter: @ElCafecitoweb