El Cafecito de hoy
“El coche
de mi amigo”
Hace
unos años estuve de gira en el estado de New York. Tengo muchos amigos en la
ciudad que no duerme, así que fui a visitar uno de ellos. Quedamos en un café
en el alto Manhattan.
Al
llegar al lugar, al momento de entrar por la puerta, pude ver a mi amigo
estacionándose, así que me acerque para esperarlo. Levemente roso el choche con
el bordillo de un letrero. Al salir del coche lo hizo con una sonrisa.
Le
pregunte que si se había dado cuenta lo que había sucedido y del pequeño rayón
que le había ocasionado a su coche. Sonriente me dijo - No te preocupes, ya
este esta viejo, me quiero comprar otro. Me quede con cara de perdido y
confundido por un instante.
Cuando
no valoramos lo que poseemos, estamos siendo malagradecidos. Muchas veces
manejamos nuestra vida de esta manera. No somos buenos mayordomos con las cosas
que Dios nos presto por un tiempo indefinido.
La
salud, nuestros hijos, nuestra pareja, nuestro dinero, inclusive nuestro
tiempo. Hay quienes a estas cosas no le dan el valor necesario, pero si
quisieran tener las bendiciones que otros tienen. Valora lo que tienes porque
sino otros lo harán por ti.
Cuida
tu salud porque de ella depende tu existencia, cuida tu familia y transmite en
ellos valores y principios, poniendo a Dios en primer lugar en sus vidas. Esta
es la mejor herencia que les puedes dejar. Cuida tus vienes y tus recursos, el
medio ambiente, pues este puede perdurar para nuestro hijos y nietos.
Sin haber conocido la miseria es imposible valorar el
lujo. Valora y disfruta de lo que tienes en tu mano, ya sea mucho o
poco. Las riquezas no se miden por la cantidad sino por la calidad de lo que
tenemos.
“Quizá el secreto estaba en dejar de buscar una hierba más
verde. Quizá el secreto estaba en aprovechar al máximo la que tenías” (Mark Haddon) #ViveFull
¡Que tengas un día bendecido!
Nestor Ortega
http://bit.ly/2rYBEIO