Buenos días!
El Cafecito de Hoy.
Una mañana pasaba por la casa de mis abuelos, la miro y digo; déjame entrar
a saludarlos, pero estaba lloviendo, iba rápido y pensé… mejor vengo después.
La tarde del mismo día me llamaron para comunicarme que mi abuelo se
enfermo de repente y que lo habían llevado a la clínica de emergencia.
Nerviosa
llegue hasta allá y veo a mi abuela desesperada llorando. Me dijo; "tu abuelo
esta con Dios". Estalle a llorar sin consuelo... ese pudo ser el último día que lo
viera y que compartiera con él.
La vida pasa tan rápido, que no organizamos prioridades, dejamos todo para
después, sin estar seguros de que habrá un después. Creemos que nuestros seres queridos son
inmortales y cuando estemos preparados para su muerte, entonces es que se irán.
Lamentablemente nuestro tiempo no es el mismo de Dios y cuando él lo decida en
ese momento es que partirán.
Jesús no nos dice cual será el último día de vida de quienes amamos, para
que todos los días los tratemos como si fuera el último. Abrázalos, exprésales
cuanto los quieres hoy, "ahora", luego puede que sea muy tarde.
Después que un ser querido parte, podemos llorar, llevar flores a la tumba,
durar años en luto y de nada nos servirá. Hazle saber lo mucho que los amas
ahora que pueden escucharte, así también ellos podrán ser recíprocos en su amor
por ti.
Si existe algún conflicto perdona y olvida, así esa persona estará libre al momento
de partir y tú también lo estarás. En el día de hoy, trata a tus seres queridos
como si fuera el último día con ellos. Haz una llamada, escribe un email, deja
una nota, pero comunícale a esa persona lo importante que es para ti "hoy"… “No
esperes para mañana lo que puedes decir hoy”
Que tengas un dia Bendecido!