¡Buenos días!
El Cafecito de hoy.
El pasado fin de semana estuve visitando a un familiar en Sevilla, junto
a mi esposa, mi suegra y mi cuñado. Sevilla es una ciudad al sur de España, en
la comunidad de Andalucía.
Donde el verano se siente como verano por su intenso
calor. Así que fui mentalmente preparado para encontrarme con temperaturas
sobre los cuarenta grados.
El día sábado fuimos a la playa en la ciudad de
Cádiz, a una hora mas o menos de Sevilla. Pero para sorpresa de nosotros la
temperatura estaba a veintidós grados. El agua fría y nublado, lo que hacia que
el sol no diera con toda su fuerza. La playa estaba un tanto desierta por la
temperatura tan fresca, así que pensé que el viaje a la playa no había estado
también como me lo esperaba.
Pero cambie de opinión cuando mi tío me mostró unas fotos de cómo se pone la playa los días de mucho calor. Literalmente un
mercado. No tienes espacio ni para respirar. Así que pensándolo bien, que el día
estuviera así de fresco fue lo mejor. Así pudimos disfrutar la playa a plenitud
y con todo el espacio que necesitábamos.
Muchas veces las cosas no salen tal y como las planeamos, nuestros
planes no dan los resultados que esperábamos. Pero como dice la Biblia "Todo
obra para bien a los que aman a Dios” (Romanos
8:28)
A veces, que
algo no salga como lo esperabas es lo mejor. Que las cosas salgan mal no quiere
decir que no tuviste suerte, tal vez Dios tenia una idea mejor. Así que mira
desde otro ángulo… un error es una forma mas de cómo no hacer las cosas. Fallar
nos da experiencia, esencial para vivir la vida.
¡Que tengas un día Bendecido!
Nestor Ortega
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