¡Buenos días!
El Cafecito de hoy.
Hace unos años mientras vivía solo, mis horarios eran un
tanto complicados. Para que tengas una idea, salía de casa a las 8:00 am y en
la mayoría de los casos regresaba ya a dormir, ósea, casi nunca estaba en casa.
En una ocasión vi por la puerta del patio entrar a un pequeño ratoncito y se me
perdió entre los muebles de la casa. Trate de todas maneras de atraparlo pero
fue en vano.
Así que como salía temprano y regresaba tarde siempre me
acordaba al llegar a casa de comprar la trampa, pero a esa hora ya todo estaba
cerrado. Luego de un par de meses alcance a ver al pequeño ratón, que ya estaba
más grandecito y dije… ¡Tengo que comprar esa trampa hoy sábado que estoy libre!
Pero como tenía mucho trabajo en casa dije; ¡La comprare mañana! Preferí pasar
una noche más con mi pequeño ratón.
Cuantas veces nos pasa esto a diario, dejamos que
situaciones pequeñas entren a nuestra vida y van creciendo con el tiempo y
decimos; ¡Necesito cambiar! ¡Pero hoy no, mañana! Y preferimos tener una noche
más con nuestro pequeño ratón.
Es tiempo de sacar de nuestra vida esas pequeñas cosas
que nos hacen daño antes de que crezcan y necesitemos más que una pequeña
trampa para liberarnos. Así como los pequeños ratones van comiendo poco a poco cosas
en tu casa, así hay sentimientos que te van comiendo el corazón sin darte
cuenta.
Nosotros somos responsables del fruto de nuestras
acciones y de lidiar con sus consecuencias. ¡Se libre hoy! “El alma del perezoso desea, pero no alcanza; Mas el alma de los diligentes
será prosperada”. (Proverbios 13:4).
No dejes para mañana lo que Dios quiere hacer hoy.
¡Que tengas un día bendecido!
Nestor Ortega
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