miércoles, 21 de septiembre de 2011

“El Cafecito de Ayer”

Buenos días!
El Cafecito de Hoy.

En el día de ayer como de costumbre me desperté a las 7:30 para preparar y enviar el cafecito. 

A diferencia de otras mañanas no tenía nada escrito puesto que el día anterior fue un poco complicado para mí. 

Así que pensé y escribí rápido una situación que me pasó hace unas semanas en la embajada, la cual tenían en mente para usarla luego. 

Termine de escribir el cafecito pero inconforme porque para mí no era uno de los mejores que había escrito,  pero igual lo envié para no dejar de compartirlo, era mejor ese cafecito que nada. 

Para sorpresa mía fue uno de los cafecitos más comentados, rompió el record de visitas en la página www.ElCafecito.org  y note que fue una gran bendición para mucha gente, con todo y que pensé que no era uno de mis mejores escritos. 

A veces las cosas pequeñas que hacemos tienen un impacto tremendo en la vida de muchos, tal vez lo poco que puedas hacer no será valorado por ti mismo pero puede cambiar la vida de alguien. Nunca subestimes una pequeña semilla por que puede llegar a ser un gran árbol. 

Lo poco que puedas hacer aun sin ser valorado por ti mismo, o por otros cerca de ti, puede impactar y bendecir a miles como lo está haciendo el cafecito cada mañana. No te canses, no te rindas, es mejor hacer poco que no hacer nada.

Nestor Ortega
Que tengas un día Bendecido.

“El Niño en la Embajada”

Buenos días!
El Cafecito de Hoy.

Hace algunos días me encontraba haciendo un papeleo en la embajada española de la ciudad de santo domingo.

Llevaba como 45 minutos esperando mi turno y me fije que todo el que estaba ahí se notaba tenso, serio y nadie hablaba con nadie. Solo se intercambiaban algunas miradas y suspiros.  

 Hasta yo ya tenía mi cara larga. El ambiente me llevo a comportarme y a tomar la misma actitud de los que estaban sentados en la pequeña sala. 

Pero algo llamo mi atención… era un niño de 3 años cuya madre española había muerto sin declararlo, su madre nunca se caso con su padre y para colmo el cuerpo de su madre fue incinerado, ósea que no había manera alguna de hacerle una prueba de ADN para saber si realmente ese era su hijo. 

De todos los que estábamos en la sala el que menos posibilidad tenia de obtener lo que andaba buscando era este pequeño bebe, que con una gran sonrisa, daba brincos y trataba de jugar con todos los que nos encontrábamos sentados en la sala, mientras su papa se ocupaba de todo el papeleo. Inocencia… esa es la clave.

La biblia dice que para entrar al reino de los cielos debemos ser como niños. Hoy en día ya nada nos sorprende, nada nos emociona. 

Necesitamos volver a ser niños, necesitamos volver a ser inocentes,  saber que mientras nuestro padre se ocupa del papeleo y por más oscura que se vea mi situación, yo solo seguiré tratando de sacar una sonrisa  de aquellos que aún permanecen sentados y preocupados.  

 La amargura al pasar de los años ha secado y endurecido nuestro corazón. Es tiempo de volver a ser como niños, es tiempo de volver a ser inocentes.  Vive, Vive Full!

Nestor Ortega
Que tengas un día Bendecido.