¡Buenos días!
El Cafecito de Hoy.
Como les conté en el
cafecito anterior, la semana pasada mi esposa y yo estuvimos en Francia. Fuimos
a la boda de una amiga y decidimos quedarnos unos días para conocer parís. El
día que partíamos a parís la suegra de mi amiga, doña paca, nos dio un par de
cosas para llevar. Un poco de jamón, magdalenas (bizcochitos), un par de
manzanas y unas cuantas cosas mas. Salimos en un viaje de cuatro horas en tren.
Yo iba con la dirección del hotel en el ipad, para al llegar a la estación del
metro saber como encontrarlo. Llegamos, tomamos el tren local, luego un bus y
luego caminamos algunos quince minutos, yo con dos maletas de mano y mi esposa
con una. Estaba muerto, solo quería llegar al hotel, darme un baño de agua
caliente y acostarme. Eran las 9:30 pm cuando llegamos al lugar y para nuestra
sorpresa no había hotel, era una casa común.
Nos habíamos perdido. Mi mundo se
vino abajo en ese momento… hasta que salió el dueño de la casa, el cual era
taxista y nos llevo a la dirección correcta donde estaba el hotel; y además no
nos quiso cobrar nada. Al llegar al hotel ya era muy tarde para salir a cenar.
Pero recordé que doña paca nos había dado unos bocadillos, con eso cenamos y al
día siguiente nos desayunamos antes de poder salir a conocer la cuidad.
Dos
pequeños gestos que nos salvaron el día. A veces creemos que solo ayudamos
cuando hacemos cosas grandes e importantes, sin saber que con pequeñas cosas
podemos cambiar la vida de mucha gente. Cuantas veces hemos podido ayudar pero
hemos pensado que lo que tenemos para dar o hacer es pequeño.
Usa lo poco que
puedas hacer para ayudar a los demás, no sabes como puedes salvarle el día o
quizás la vida a alguien. Nos esperes tener mucho para dar, da de lo poco que
tiene y Dios te recompensara con mucho mas para que puedas dar mas. #ViveFull
¡Que tengas un día
Bendecido!
Nestor Ortega
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