¡Buenos Días!
El Cafecito de Hoy.
Una vez tuve un enorme rompecabezas, el cual lo armaba de
vez en cuando, luego lo desarmaba y lo guardaba. Para mi ninguna pieza del
rompecabezas era más importante que la otra, hasta un día.
Me puse a armarlo y de repente vi que me hacía falta una
pequeña pieza. Desde entonces esa era la pieza más importante para mí. Nunca
encontré una pieza de otro rompecabezas que la sustituyera ni que
encajara.
Desde entonces esa era la pieza más importante, pero
jamás la encontré. ¿Porque a nosotros nos encanta valorar las cosas cuando ya
no la tenemos?
La única vez que me he puesto a pensar en lo valioso de respirar
por mi nariz, fue una vez que jugando futbol tuve un accidente y dure una
semana con un yeso en ella y respirando por la boca. Nunca aprecié más respirar
normalmente hasta ese momento.
Nos encanta darle valor a las cosas cuando ya no la
tenemos. ¿Vas a esperar que mueran tus padres para que les digas lo importante
que son para ti? ¿Vas a esperar que tu pareja ya no esté para dedicarle tu amor
incondicional? ¿Vas a esperar que esa persona tan importante para ti ya no esté
para hacerle saber que es una pieza clave de tu rompecabezas?
¿Cuanto crees que querría pagar un ciego por ver como tú
lo haces? ¿O un mudo por hablar como tú, o un invalido por caminar como
lo haces? Valora lo que tienes, y a las personas que están contigo antes
de que ya no estén. Ya en ese momento no tendrá sentido darle ningún tipo de
valor.
¡Que tengas un día Bendecido!
Nestor Ortega
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