martes, 18 de octubre de 2011

Historias de El Cafecito: Luis Guillermo (Cafetero Anónimo)

Luis Guillermo
Maracaibo, Venezuela

Soy adicto al Cafecito, así es me costo mucho aceptarlo pero es una realidad que ya no puedo ocultar, a pesar de ser una persona la cual no delira por la cafeína el consumo del Cafecito sobrepasa las barreras de la adicción. 
Todo comenzó en Semana Santa cuando me propuse a viajar con un grupo de amigos a una ciudad del interior de mi país y pues no recuerdo porque razón salio a relucir el tema del twitter (que si como era nuestra cuenta, a quien seguíamos, que famoso nos seguía, etc.) y uno de los compañeros menciono que teníamos por obligación que seguir a @ElCafecitoWeb y pues casi que inmediatamente sin esperar una repetición de la frase todos sacamos nuestros teléfonos celulares, abrimos el twitter, oprimimos follow y desde entonces comenzó el fenómeno que hasta ahora no he podido controlar.
Es increíble como cada reflexión es una enseñanza de vida que por alguna u otra forma haz presenciado medianamente o totalmente en tu cotidianidad, no existe todavía alguna de las lecturas con la cual no me sienta identificado y no creo ser el único al que le suceda esto ya que si no hubieras vivido esa lectura no te impactaría tanto querido lector. De acuerdo con lo anterior, ya te podrás imaginar que seria casi que imposible para mí seleccionar una moneda entre tanto oro (las lecturas), prefiero conservar todo el tesoro completo para seguir compartiéndolo con la humanidad.
Todos poseemos un momento idóneo para beber el cafecito, mi favorito es aquel cuando llego a la oficina y lo puedo leer en voz alta (ya que tengo la filosofía de conocimiento compartido) a todo el personal que labora conmigo diariamente; es asombroso como al principio yo decía les leeré algo y ahora son ellos los que piden en coro que quieren escuchar el cafecito del cual opinan y toda la cosa. Como dije anteriormente no son enseñanzas sino reflexiones sobre situaciones que transcurren diariamente.
Para culminar porque creo que me extendí demasiado quiero invitar a todos a que sigan consumiendo este cafecito y pues se unan conmigo a esta primera charla de Cafeteros Anónimos (que de anónimo no tenemos nada jaja). Les envío las mejores de las Bendiciones. “Buena Salud y Mala Memoria”.

Envíanos tu Historia a ElCafecitodiario@gmail.com
Que tengas un día Bendecido!
Nestor Ortega

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