martes, 3 de enero de 2017

"El cristal y mi dedo"

El Cafecito de hoy.
"El cristal y mi dedo"

Hace unos meses unos amigos estuvieron en casa visitándonos por unos días. Una noche se llevaron un vaso de cristal con agua a la habitación, se les resbalo de las manos y se volvió mil pedazos en el suelo.

En el momento lo limpiamos todo, pero al parecer algunos trocitos muy pequeños quedaron debajo de la cama hasta el día de ayer. Me di cuenta porque estaba buscando uno de los juguetes de mi pequeña Zoe y se me clavo uno en un dedo. Era tan pequeño que no lo podía ver ni sentir, solo cuando me tocaba me dolía el dedo completo.

¿Como un pequeño, pero tan pequeño pedazo de cristal puede causar tanto dolor? 

Lo mismo pasa con el corazón. Hay cosas tan pequeñas que llegan a nuestra vida que al parecer no nos causaran daño y al final terminan siendo un gran dolor de cabeza. Y al igual que el cristal el mi dedo, no lo sentimos si no lo tocamos, así que lo dejamos ahí, tranquilo, esperando que sea el tiempo el que cure nuestras heridas. Pero eso nunca sucede. 

Para sacar o deshacernos de algo que nos afecta en la vida, debemos de experimentar dolor, un dolor momentáneo que será recompensado por la paz que luego sentiremos. Muchos prefieren quedarse con cosas en su vida por el temor al dolor que sentirán.

Un hombre que te golpea, una novia que no te valora, un habito que te destruye, un pecado oculto que no te permite ser verdaderamente libre, un empleo que no es lo tuyo pero te conformas con el por miedo a desarrollarte en tu carrera. En fin, hay muchos pequeños cristales clavados en el corazón de mucha gente.

“Es mejor llorar dos días, que sufrir y lamentarte toda tu vida”. Aleja de ti esos pequeños cristales que aparentan ser insignificantes, pero que al final te están haciendo daño. 

Este nuevo año proponte limpiar tu vida de todo lo que te roba la paz, todo lo que te causa dolor, todo aquello que te impida crecer. Es tiempo de deshacernos de ese cristal en nuestro dedo, es tiempo de soltar lo que no nos conviene, aun así haya dolor en el proceso.

Muchas veces el miedo es el factor que impide tomar una decisión radical para cambiar nuestras vidas. Para vencer ese miedo es necesario esta formula. "Donde hay amor no hay miedo. Al contrario, el perfecto amor echa fuera el miedo" (1 Juan 4:18) Cuando tenemos una relación personal con Dios no hay miedo que nos pueda vencer. Dios te guie a tomar las decisiones correctas y te de la fuerza para mantener esas decisiones en este nuevo año.

Es tiempo de sacar esos pequeños cristales de nuestro corazón, es tiempo de ser verdaderamente libres. #ViveFull

¡Que tengas un día bendecido!
Nestor Ortega
www.ElCafecito.org

No hay comentarios:

Publicar un comentario