“Los Ojos de Mi Bebe”

El Cafecito de Hoy

“Los Ojos de Mi Bebe”

Hace unas semanas llevamos por primera vez a nuestra pequeña Zoe a la iglesia. Somos una congregación de mas o menos mil cuatrocientas personas en Madrid. Nosotros llegamos al segundo servicio donde habían algunas seiscientas personas. Llegamos temprano, así que nos encontramos con la algarabía de los seiscientos que salían del primer servicio.

La nena hasta ese momento solo estaba acostumbrada a la musiquita de su cuna, las voces de papi y mami y el ruido de la televisión. Así que de repente se ve rodeada de tanta gente, una banda tocando y luces por todos lados. De inmediato note que no paraba de mirar con sus ojitos grisosos azulados a todos lados. Veía como se sentía abrumada ante tal cambio de ambiente al que estaba acostumbrada. 

Pero hizo algo que me dejo con la boca abierta y sorprendido. Quito su mirada de todo lo que la rodeaba y la agobiaba y se quedo fijamente mirando a mis ojos. Con una sonrisa y una mirada tierna se quedo mirándome hasta que se quedo dormida. Yo estalle de la emoción así que la abrace aun mas entre mis brazos para que se sintiera segura.

Cuantas veces el ruido de nuestro alrededor nos agobia. Los problemas, deudas, enfermedades y todo tipo de escándalo que nos agobia nos quita la paz y nos hace sentir inseguros. El problema es que hemos apartado la mirada de nuestro padre celestial. Esa mirada que nos dice que el tiene el control de todas nuestras necesidades. Sus brazos nos dan esa seguridad que necesitamos en este momento. Vuelve tu tierna mirada hacia El y dile con una sencilla oración que necesitas que te abrace en este momento. 

No hay nada como estar en brazos de papa; y para papa no hay nada como tener en brazos a sus pequeños bebes. Si lo necesitas en este momento, cierra tus ojos y solo haz esta sencilla oración. “Dios necesito que me abrases y sentirme segura en tus brazos”.  Es tiempo de aferrarnos a la verdadera esperanza en tiempos de caos en nuestra vida. 

“El señor es mi pastor, nada me faltara” (Salmos 23:1)

¡Que tengas un dia Bendecido!

Nestor Ortega

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