El Cafecito de hoy.
“El Niño y La Canasta”
El día ya había
avanzado, nos encontrábamos junto a mucha gente. Era ya un poco tarde,
estábamos en un lugar despoblado y no había nada cerca para comprar comida. Yo,
siempre precavido, había llevado un poco de comida para el camino. Ya tenia
hambre, así que abrí mi canasta para sacar y comerme lo poco que traje. Uno de
los que dirigía la reunión se me acerco, miro lo que traía y se fue.
Luego regreso
y me dijo que tomara mi comida y lo siguiera. Me asuste porque no entendía que
estaba pasando. Así que me llevaron hasta El.
Inmediatamente escuche decir: “Este es el niño, pero solo tiene cinco
panes y dos peces”. El me miro a los ojos y dijo: “Esto es suficiente”. Tomo mi
pequeña canasta y oro dando gracias a Dios por los alimentos, luego comenzaron
a repartirlos. De los cinco panes y dos peces que traje comieron mas de cinco
mil personas. Además sobraron doce canastas de pan, sin contar las que sobraron
de pescado. Para mi, lo que traje era algo insignificante pero que en las manos
de Dios se convirtió en algo importante que ayudo a saciar la necesidad de los
demás.
A veces creemos que lo poco que tenemos o sabemos no tiene mucho valor.
Que nuestras habilidades y conocimientos son limitados. Que no valemos nada y
que nunca llegaremos a hacer nada importante. Nos encerramos en nosotros mismo
pensando que nada valemos y que simplemente hemos perdido la oportunidad de
llegar a ser alguien. Sin saber que lo poco que tenemos, poniéndolo en las
manos adecuadas (Las manos de Dios) puede convertirse el algo maravilloso e
importante.
Ese día me di cuenta que mis cinco panes y dos peces eran algo
insignificante incluso para mi. Hoy en día piensas que lo que eres, lo que
tienes no tiene suficiente valor. Pero Jesús quiere mirarte a los ojos y
decirte: “Esto es suficiente”. Entrégale tu canasta. Entrégale quien eres, lo
que tienes, tus miedos, tus limitaciones, tu dolor, tu orgullo, tus fracasos,
tus éxitos y el hará de ti maravillas.
Si lo hizo conmigo y mi pequeña porción
de alimento, que no podrá hacer contigo. Recuerda que eres importante porque el
mismo Dios te creo. Y mas que eso, te creo a su imagen y semejanza. (Génesis
1:26) No te rindas, aun hay oportunidad de ser feliz. Solo entrega tu canasta.
¡Compártelo y que tengas
un día Bendecido!
Nestor Ortega
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