Buenos días!
El Cafecito de Hoy.
Mientras conducía mi vehículo durante una tarde lluviosa la semana pasada, me asombré al ver una esperanza posada en el vidrio delantero del mismo.
La esperanza, un animalito de color verde, que se visualiza frágil y pequeño, a pesar de tener lluvia cayendo sobre ella, se mantuvo quieto, confiado y seguro.
Cuando llegué a casa, al no verla en el cristal del carro pensaba que ya no se encontraba en el vehículo. Sorpresa! Estaba en el techo, como si nada le hubiera afectado. Subí a mi casa y luego de volver al carro, ya de noche, la esperanza seguía allí. Luego de conducir por algunas avenidas, con una brisa fuerte azotándola por la velocidad en el vehículo, la esperanza se mantenía aferrada, esta vez en el retrovisor izquierdo.
Nosotros como simples mortales debemos adoptar el ejemplo de este pequeño insecto sin cerebro y sin razonamiento. Poner siempre nuestra confianza y esperanza en Cristo Jesús.
Sin importar las circunstancias adversas que podamos estar enfrentando o las tormentas que se asomen a nuestra vida intentando derribarnos. Toda nuestra confianza y esperanza debemos ponerla en aquel que está con nosotros en cada tormenta y en cada dificultad.
Él sabrá como auxiliarnos y llevarnos a puerto seguro. Aférrate a Jesús, el es nuestra única esperanza.
Que tengas un día bendecido.
Luis Polanco.
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